El estudio de los genomas del cáncer está revelando que las anomalías presentes en los genes es lo que impulsa su crecimiento y desarrollo, con lo que es posible no solo entender la biología de esta enfermedad sino también descubrir nuevos métodos para su diagnóstico y tratamiento. Descubre todo lo que debes conocer sobre el tema y mucho más.
¿Qué es el cáncer?
El cáncer es identificado como un tumor maligno que invade y destruye los tejidos orgánicos presentes a su alrededor.
En otras palabras, se trata de una enfermedad presente en algunas personas que genera consecuencias en su organismo, como la multiplicación de las células malignas sin control, diseminándose hasta otras partes de su cuerpo.
Se habla de cáncer cuando el material genético de una célula cambia, lo que conlleva a su crecimiento fuera de control.
Es usual que las células se multipliquen cuando el organismo así lo requiere para luego morir cuando se dañan o sencillamente en aquellos casos en los que ya no son necesarias; pero si se dividen demasiado rápido y no mueren como es usual, conllevan a la generación de un determinado tipo de cáncer.
Para iniciarse en cualquier parte del cuerpo, bien sea en los senos, la piel, los pulmones, el colon, los huesos o incluso en el tejido nervioso, existen algunos factores de riesgo:
- Exposición a agentes químicos.
- Excesivo consumo de alcohol.
- Ingesta de toxinas ambientales.
- Trastornos genéticos.
- Obesidad.
- Virus y bacterias.
- Demasiada radiación solar sobre la piel.
A ciencia cierta, aún se desconoce la causa de muchos tipos de cánceres pero se trata de una enfermedad que puede tomar por sorpresa a cualquier persona, sin previo aviso.
¿Qué son los genomas del cáncer?
Cada célula cancerosa dispone de características particulares que la llevan a ser prácticamente inmortal, pues mientras es alimentada no morirá nunca, sino que incrementa su tamaño y se expande sin control a lo largo de todo su organismo huésped.
Los cánceres surgen debido a alteraciones en el ADN, por lo que se trata de enfermedades genéticas sin que necesariamente sean hereditarias, sino más bien adquiridas a consecuencia de factores de riesgo como los mencionados anteriormente.
El genoma humano está formado con una serie de instrucciones de su ADN dirigidas a cada célula, conformado a su vez por 23 pares de cromosomas ubicados en su núcleo más uno pequeño en su mitocondria.
Por ello es importante conocer este genoma cuando se detecta el cáncer, aunque no es suficiente, pues se extiende tan rápidamente que muchos de los medicamentos empleados para bloquearlo podrían no tener efecto; ya que tal como en el caso de las bacterias, se aferra al sistema y se hace inmune.
Cuando los pacientes recaen se observan nuevas mutaciones, las que también deben ser enfrentadas oportunamente para evitar la presencia de metástasis o su proliferación hacia otras partes del cuerpo.
¿Por qué es importante el estudio del genoma para erradicar el cáncer?
Con la investigación de las mutaciones genéticas de las células cancerosas es posible encontrar formas de prevenir o controlar esta enfermedad antes de que sea letal.
Aunque estudios como el publicado por la revista Natura indican que el 65% de los casos de cáncer son al azar, esto no es del todo cierto, pues cada fenómeno se genera partiendo de un punto de origen; como es en este caso las mutaciones de la células de forma descontrolada, pese a que no se sabe a ciencia cierta cuáles son los factores que los ocasionan.
En virtud de los estudios genómicos de secuenciación se ha determinado que muchos de estos cambios se repiten de forma sistemática en los tumores presentes en diferentes pacientes, lo que ha sido definido como una firma mutacional y que puede como tal ser relacionada en función de una causa común; como es el caso de la huella de la luz solar sobre la piel.